Quisiera ser pintor para pintar sonrisas y corazones alegres a nuestros mayores.
Quisiera ser escultor para moldear un mundo más sano, sin odio, que todos fuésemos iguales, más humanos, más amables.
Quisiera ser payaso para entretener y y hacer pasar buenos ratos a los más pequeños.
Quisiera ser arquitecto para construir una nueva sociedad llena de amor y esperanza.
Quisiera ser poeta y cantante para con ello alegrar los corazones que necesiten llenarse de sonetos y sonidos en los cuales encontrar calma.
Quisiera ser pobre para no tener nunca egoísmo ni envidia, para saber vivir con las necesidades básicas.
Quisiera ser fantasma para perseguir al malhechor, al que hace daño, al que manipula, al que no respeta.
Quisiera ser maestro para enseñara y para aprender, para hablar y para oír, para leer y para escribir.
Quisiera ser ser fotógrafo para fotografiar los paisaje, la lluvia, la calma, el arco iris y la puesta del nuevo sol y el comienzo de un nuevo día.
Ay, cuantas cosas cosas quisiera haber sido y no las soy, pero si que las he sido muchas veces en mi pensamiento, si no, ahora no las hubiese escrito
Antonio José Pérez Santamaría